La era de oro del Parma

En el futbol, una buena inversión económica puede llegar a ser muy útil para ayudar a un club a lograr objetivos que, en condiciones normales tomaría mucho tiempo y trabajo además de que puede no llegar a ser algo que perdure en el tiempo. Actualmente, se ha vuelto muy común ver este tipo de inversiones y es por ello que ya parece normal para la mayoría de los aficionados del futbol sin embargo, en los años 80 y 90, esto era poco frecuente y tenía un impacto mayor.

En el articulo de hoy, hablaremos del Parma, un pequeño club italiano que gracias a la inversión realizada por la empresa Parmalat a finales de los años 80 y durante la década del 90, logró posicionarse como uno de los principales equipos de Italia y Europa aunque eso trajo consecuencias negativas para la institución.

Parma Calcio 1913

Historia del Parma

En diciembre de 1913, un grupo de ex jugadores del Verdi FC, un club de futbol formado unos meses antes en la provincia de Parma, decidieron crear su propia institución futbolística. Desde su fundación estuvo "paseando" por las divisiones bajas de Italia hasta que dos descensos casi consecutivos le llevaron a la Serie D y a una posterior quiebra en 1968, lo que les obligó a liquidar la mayoría de activos del club.

Al año siguiente, el AC Parmense, otro club de la región logró el ascenso hasta la Serie D y en 1970 lograron conseguir la licencia del Parma FC, lo que les permitía utilizar los activos restantes del club así como todos sus elementos de identidad como el diseño y color de la camiseta o el escudo. Esto ayudo a un renacer no solo institucional sino deportivo, que les llevó a regresar a la Serie B, con el entrenador Cesare Maldini en el banco y con Stefano Pioli anotando el gol en la ultima jornada que sellaba la promoción.

La era dorada

En 1987, el Parma se encontraba en Serie B, ya consolidado como un club aspirante a alcanzar la Serie A, logró un acuerdo de patrocinio importante con la empresa Parmalat que estaba en una etapa de expansión mundial significativa y la directiva del club decidió que el CEO de Parmalat, Calisto Tanzi, pasara a formar parte de la administración de la institución.

Un par de años después, el Parma contrata a Nevio Scala, un mediocampista italiano que tuvo un buen paso por la Serie A como jugador y que estaba dando sus primeros pasos como entrenador, teniendo como única experiencia un año al frente del Reggina, a quienes logró llevar desde la Serie C a la Serie B. En su primer año con el club de Parma, consiguió el primer ascenso a la Serie A en la historia de la institución a pesar de distintas situaciones que se presentaron como la muerte del dueño del club o los incidentes extrafutbolísticos que ocurrieron en el Ennio Tardini. Así, daba inicio a una era de éxitos sin precedentes para el Parma.

Para su primer año en Serie A y con el apoyo cada vez mayor de Parmalat, el Parma decidió utilizar los tres cupos de extranjeros disponibles en ese momento para traer jugadores importantes como Claudio Taffarel, Georges Serge Grun y Tomas Brolin. Esa temporada, luego de un comienzo dubitativo, lograron empalmar varias victorias importantes contra algunos de los equipos mas fuertes de Italia en ese momento como la AS Roma o el AC Milan de Sacchi, gracias a lo que terminaron en la sexta posición de la Serie A y clasificaron a la Copa UEFA, que fue posible gracias a una sanción que recibió el club rossoneri.

Para la siguiente temporada, la 1991-92, el Parma logra su primer titulo de importancia al ganar la Copa Italia a la Juventus luego de caer en el primer partido por 1-0 con gol de Roberto Baggio, el Parma lograría anotar dos goles (Alessandro Melli y Marco Osio) en el segundo partido para remontar la final y obtener el trofeo. En los despachos, Tanzi compraba el 98% de la institución, delegando en su hijo la responsabilidad de ejercer como presidente del club.

En 1992, llegaría el prometedor delantero colombiano Faustino Asprilla procedente del Atlético Nacional de su país, quien ayudaría a que el Parma ganara la Recopa de 1993 y sería una pieza importante en las temporadas siguientes. En la temporada 1993-94, se reforzarían con Roberto Sensini, defensor argentino que llegaba procedente del Udinese y con el talentoso Gianfranco Zola desde el Napoli, lo que les ayudo a ganar la Supercopa Europea y llegar a la final de la Recopa nuevamente aunque en esta oportunidad caería ante el Arsenal de George Graham.

Cada año, la inversión era mas importante así como iba creciendo la intención de Tanzi de convertir al Parma en una potencia europea, para lo que adquirió al prometedor Stefano Fiore (aunque no tuvo un rol muy importante en su primera etapa en el club), a Dino Baggio desde la Juventus, a Fernando Couto desde el FC Porto y el regreso del experimentado defensor Roberto Mussi. Esto fue suficiente para ganar la Copa UEFA y terminar terceros en la Serie A.

Hristo Stoichkov, Filippo Inzaghi, Fabio Cannavaro, Lilian Thuram, Enrico Chiesa, Hernan Crespo, Juan Sebastian Veron, Ariel Ortega, Marco Di Vaio, Paulo Sousa, Adriano, Adrian Mutu, Alberto Gilardino y Matías Almeyda sin mencionar la aparición de un joven Gianluigi Buffon, son algunos de los nombres que llegaron al Parma en los años siguientes y que colaboraron para que el club ganara 2 Copas de Italia adicionales, una Supercopa Italiana y otra Copa UEFA.

Todo se derrumba

En paralelo al crecimiento del Parma, Parmalat había crecido exponencialmente convirtiendo a Tanzi en una figura enorme dentro de Italia y Europa sin embargo, en noviembre del 2003, se destapaban que Parmalat tenía unas enormes deudas que no habían sido pagadas y se encontraban a punto de vencer y una gran cantidad de dinero desviado además de agujeros en la gestión administrativa de Tanzi, lo que llevó a la caída de Parmalat.

La empresa de alimentos era el principal soporte del club de futbol por lo que la caída de Parmalat se tradujo en una gran cantidad de salidas de jugadores del equipo para mantener al Parma en una condición que le permitiera seguir en Serie A pero sin el nivel competitivo que había tenido en la década anterior. Esta historia terminó con Tanzi siendo condenado a 18 años de prisión en 2010 y al Parma teniendo que redundarse desde la Serie D unos años después.